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¿Qué es en realidad el estrés?
Es muy habitual, hoy en día encontrarnos frases como “¡Qué estrés, no voy a llegar a tiempo!”, “Últimamente estoy muy estresada, no tengo tiempo para nada”, “Mi hija está muy estresada, mañana tiene dos exámenes” o “Mi médico me ha dicho que lo que tengo es estrés”. Pero si les preguntas a estas personas qué es el estrés, probablemente no sabrían definirlo muy bien, porque es difícil diferenciar entre estrés, ansiedad, depresión y melancolía.
Las personas piensan que es algo que tienen y que no pueden cambiar, es intrínseco a ellos, o que hay situaciones desagradables, de las que no pueden escapar, sólo soportar. Esto son atribuciones totalmente erróneas.
El estrés o la respuesta al estrés no es más que nuestra forma de afrontar y adaptarnos a las diversas demandas o situaciones que la vida nos va imponiendo. Nuestra respuesta al estrés es clave para la adaptación y gracias a ésta hemos sobrevivido como especie.
Por tanto:
- El estrés es la respuesta fisiológica, psicológica y conductual de un individuo a cualquier cambio en el ambiente, para adaptarse a él. Mediante esta respuesta se prepara para hacer frente a la nueva situación. Sentirse estresado depende de cómo tú interpretes la situación.
- El estrés en sí no es malo, ya que nos ayuda a maximizar los recursos energéticos de nuestro cuerpo para sobrevivir a la situación amenazante. El problema aparece cuando reaccionamos de forma repetida ante las mil situaciones cotidianas con esta respuesta, ya que entonces la respuesta al estrés se va a hacer crónica y puede tener efectos devastadores para la salud.
- Ya que una situación estresante depende de cómo tú la interpretes, y tu interpretación hará que se active o no la respuesta de estrés, la clave es estar dotado de unas buenas estrategias, no sólo para que las situaciones estresantes no nos hagan pasarlo tan mal, sino también para evitarnos las consecuencias que ésto tiene en nuestra salud.
¿Cuáles son las fuentes de estrés?
a) Sucesos vitales intensos y extraordinarios. Como por ejemplo, casarse, separarse, comenzar a trabajar, ser despedido, sufrir un accidente de coche, etc.
b) Sucesos diarios estresantes de menor intensidad. Discutir con la madre o con el hijo, el tráfico, interrupciones en la jornada laboral, etc. Estos pueden provocar más efectos negativos psicológicos y físicos que los que pueden generar los acontecimientos extraordinarios.
c) Situaciones de tensión crónicamente mantenida. Situaciones que se mantienen durante períodos más o menos largos. Por ejemplo: enfermedades prolongadas, un mal ambiente laboral, estar en paro durante varios meses, una mala relación de pareja, etc.
Efectos negativos del estrés
- Nivel físico: aumento de la tensión arterial, de la respiración, alta frecuencia cardíaca, palpitaciones, diarrea, trastornos estomacales, dolor de cabeza, dolor de espalda, inquietud.
- Nivel mental: incapacidad para concentrarse, más fallos tontos, falta de memoria, incapacidad para terminar una tarea antes de empezar otra, etc.
- Nivel emocional: irritabilidad, impaciencia, ansiedad, miedos, depresión, ganas de llorar, baja autoestima, culpabilidad, etc.
- Nivel conductual: Insomnio, apatía, aumento del consumo de alcohol, tabaco y drogas, torpeza, conductas compulsivas, etc.
No vale la pena preocuparse por las cosas sobre las que no tienes control, porque si no puedes hacer nada, no tiene sentido que te preocupes. Tampoco tiene sentido que te preocupes por las que tienes bajo control, porque si tienes el control, no hay razón para preocuparse.
¡¡OCUPARSE, EN LUGAR DE PREOCUPARSE!!
¡¡DISFRUTA DE LA VIDA!!