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¿Crees padecer anorexia, bulimia, ortorexia o vigorexia?
Trastornos alimentarios
Aunque parezca sorprenderte, la habilidad de alimentarse y nutrirse de manera autónoma y saludable implica procesos realmente complejos. Los trastornos de la conducta alimentaria agrupan un conjunto de problemas caracterizados por comportamientos, creencias y emociones anómalos sobre la alimentación, el peso y la forma corporal.
Fairburn y Walsh, dos autores de referencia en este ámbito, los definen como una alteración de los hábitos alimentarios de las conductas de control de peso que dañan significativamente la salud o el funcionamiento psicosocial de la persona. Se han convertido en una especia de epidemia de finales del pasado milenio en las sociedades occidentales, al menos, en su impacto.
A continuación vamos a exponer y diferenciar cuatro problemas principales de esta área.
Anorexia
La anorexia se manifiesta como un deseo irrefrenable de estar delgado, acompañado de prácticas voluntarias para conseguirlo, tales como: dieta restrictiva estricta y conductas de purga, que pueden comprender provocarse el vómito o el uso de laxantes y diuréticos.
- A pesar de que existe una pérdida progresiva de peso, siguen persistiendo.
- Rechazo al peso normal.
- Temor intenso a estar obeso.
- Distorsión e insatisfacción con la imagen corporal.
- Preocupación extrema por la dieta, figura y peso.
- Conductas de evitación hacia la comida con acciones compensatorias contrarrestando lo que ingieren mediante la hiperactividad física o con conductas purgativas.
También son característicos determinados rasgos de personalidad como:
Necesidad de aprobación.
Híper-responsabilidad.
Perfeccionismo.
Falta de respuestas a necesidades internas.
Bulimia
La bulimia se caracteriza por episodios de atracones (ingesta voraz e incontrolada), ingiriendo gran cantidad de alimentos en poco espacio de tiempo y generalmente en secreto.
Cuando se producen los episodios de atracón, posteriormente se llevan a cabo conductas de compensación de la sobre ingesta mediante vómitos auto inducidos y/o maniobras de purga con laxantes o diuréticos e hiperactividad física o ejercicio extenuante.
Tenemos que tener en cuenta que no se produce necesariamente una alteración en el peso, pudiendo presentarse peso bajo, normal o sobrepeso.
Las personas que lo padecen experimentan una preocupación enfermiza por el peso y la figura corporal, con la que nunca llegan a estar satisfechas y sentimientos intensos de vergüenza y culpa.
Ortorexia
Esta nueva alteración fue definida por primera vez por el médico norteamericano Steve Bratman, dotándole de un significado como “apetito justo o correcto”. Pero en realidad se entiende por ortorexia la obsesión por la comida sana, hasta un nivel que cabe considerar de patológico.
Aunque la ortorexia no ha sido reconocida oficialmente en los manuales terapéuticos de trastornos mentales, los estudios existentes en torno a ella sí parecen confirmar que detrás de la obsesión por un menú escrupulosamente limpio subyace con frecuencia un trastorno psíquico.
La preocupación patológica por la comida sana lleva a consumir exclusivamente alimentos procedentes de la agricultura ecológica, es decir, que estén libres de componentes transgénicos, sustancias artificiales, pesticidas o herbicidas. Esta práctica puede conducir muchas veces a suprimir la carne, la grasa u otro tipo de alimentos necesarios para la nutrición.
Los síntomas que describen la ortorexia según Bratman son:
- Dedicar más de 3 horas al día a pensar en su dieta.
- Preocuparse más por la calidad de los alimentos que por el placer de consumirlos.
- Disminución de la calidad de vida, conforme aumenta este tipo de conductas para su alimentación.
- Sentimientos de culpa cuando no cumple con sus convicciones dietéticas.
- Planificación excesiva de lo que comerá al día siguiente.
- Aislamiento social, producida por su alimentación.
Las consecuencias de la ortorexia pueden ser físicas debido a una adecuada alimentación: desnutrición, anemia, híper/hipovitaminosis, carencia de oligoelementos, hipotensión, etc, o consecuencias psicológicas como depresión o ansiedad.
A diferencia de la anorexia y la bulimia que se centra en la “cantidad” de los alimentos, la ortorexia se centraría más en la “calidad” de los mismos.
Vigorexia
La vigorexia se refiere al deseo de ganar masa magra, no grasa, y una alteración de la imagen corporal, por la cual las personas que lo padecen se ven a sí mismos como pequeños y débiles, cuando realmente son grandes y musculosos. Tienen pensamientos obsesivos sobre su cuerpo y realizan una práctica de ejercicio físico compulsiva para agrandarlo. Su vida psicológica y social se ve afectada porque prefieren estar todo el tiempo en el gimnasio o evitan situaciones donde los demás pueden ver lo poco musculosos que se supone que están. Además la dieta es muy estricta y utilizan suplementos proteicos, “quema grasas” u hormonas anabolizantes.
Según Baile, los síntomas de la vigorexia son:
- Preocupación por ser débil o poco musculoso.
- Incapacidad de ver con objetividad el propio cuerpo, aun teniendo un cuerpo grande y musculado, que deriva en insatisfacción corporal. Permanente autoobservación en el espejo para comprobar el tamaño de los músculos.
- Pensamientos obsesivos y permanentes sobre no ser suficientemente grande, ser demasiado pequeño o sobre cómo mejorar de aspecto.
- Pobre conciencia sobre su incapacidad de verse con objetividad.
- Ansiedad o depresión por sus sentimientos negativos hacia su cuerpo.
- Autoestima afectada.
- Conductas alteradas con respecto a la imagen corporal, evitar sitios públicos donde se vea el cuerpo, llevar ropas especiales.
- Necesidad compulsiva de realizar ejercicio con pesas para incrementar el tamaño corporal.
- Afectación de la vida social, familiar y sentimental por el cuidado del cuerpo, el entrenamiento y/o la dieta.
- Consumo de sustancias peligrosas para el desarrollo muscular y excesivo control de la dieta.
- Abuso de esteroides anabolizantes y suplementos alimenticios.